jueves, 5 de marzo de 2009

Una Noche Mágica

Un pequeño regalo que escribí para los foreros de CrownLess, para agadecerles un sábado genial, uno de los mejores días que he pasado hasta ahora.

Neriah
y Lady Astaroth, las dos princesas del reino de CrownLess esperaban con impaciencia la llegada de OskaR, el famoso guerrero del que tanto habían oído hablar, pero que nunca se había dejado ver por el reino. Junto a ellas, esperando pacientemente se encontraban Nefertari, la Cuentacuentos del reino, y Mina, que ostentaba el mismo puesto en el reino adyacente, las cuales se habían reunido para la ocasión, que parecía ser el inicio de uno de los cuentos más hermosos jamás escritos. Mientras esperaban a aquel guerrero, una persona más se sumó al pequeño grupo. Era Kuka, una gran amiga de las princesas, que estaba deseando que llegaran a Palacio y fueran bienvenidas oficialmente para poder jugar con ellas.
Al fin, tras una espera que pareció corta gracias al arte de las Cuentacuentos, llegó el ansiado guerrero, con su rizada melena al viento. Fue tal su entrada que las allí presentes no pudieron evitar aplaudir al verlo.
La misión del fornido guerrero era la de escoltar a las princesas y a sus bellas acompañantes hasta el castillo, donde los reyes las recibirían. Cumplió su labor sin ningún tipo de contratiempo, acompañándolas mientras trababa amistad con las Cuentacuentos.
La llegada al castillo fue por tanto rápida, sin embargo, NaNe y Jorge, los reyes, habían salido y parecía que tardarían algún tiempo en volver. Se dispusieron a esperar, mientras aprovechaban para conocerse mejor. Poco tiempo después apareció Turbo, el hermoso mensajero del reino, montado en su corcel blanco. La princesa mayor, Lady, no pudo evitar quedarse prendada de la belleza del mensajero, sonrojándose cuando se dirigió a ella y le informó de que los reyes tardarían aún un tiempo en volver. Siguieron a la espera, mientras las princesas le contaban a Kuka cómo les había ido con MuÑeQuiTa_De_CueRo, la estricta maestra con la que habían pasado los últimos dos años.
Aún no habían llegado los reyes, cuando llegaron a la puerta de palacio dos visitas más, dos de las más bellas criaturas que el reino había visto en mucho tiempo: Anaira, una preciosa hada capaz de conceder deseos, y Maritornes, la más bella bailarina que había sido contratada en palacio en los últimos años. Todos ellos entablaron una animada conversación, y descubrieron que habían sido invitados por los reyes debido al mismo asunto, el cual aún era un misterio. Su nerviosismo empezaba a materializarse cuando por fin los vieron aparecer, tan apuestos y bien vestidos como siempre.
NaNe y Jorge, la pareja real, los saludaron a todos como si fueran amigos de toda la vida, y les invitaron a entrar a palacio. Una vez allí les comunicaron el motivo por el que les habían hecho llamar. Tenían planes para Lady Astaroth, habían decidido que debía casarse con OskaR, el gran guerrero. Al escuchar estas palabras de boca de la reina NaNe, tanto la princesa como el guerrero palidecieron. La joven no quería casarse con un luchador, menos aún cuando había quedado prendada de la belleza del mensajero, y el valeroso guerrero no deseaba atarse a una dama. A su vez, el resto de los presentes no quería presenciar una boda que fuera llevada a cabo por obligación, así que la vista de todos se volvió hacia Anaira, esperando que la magia del hada pudiera hacer algo por ayudarles. El hada pensó en qué sería lo mejor para resolver aquella situación, y mientras Maritornes distraía a los demás con un sensual movimiento de caderas, ella obró su magia, recordando las enseñanzas de Germánico, el mago del reino que desgraciadamente estaba ausente. Logró que todos olvidaran la boda, y los trasladó a la taberna de Charly, el tabernero conocido por todos, que les sirvió unas copas y les atendió hasta el amanecer, cuando terminó aquella mágica noche.