sábado, 30 de mayo de 2009

Inspiración


“La inspiración es una amante caprichosa”, me dijo cuando, preocupada, le pregunté el porqué de mi incapacidad para crear nuevos cuentos durante aquellos últimos meses. Pero la explicación no terminó con esa afirmación, y el maestro siguió hablando:

“La inspiración es una amante caprichosa. Cuando está se muestra dócil y productiva, pero cuando falta… Cuando falta, su ausencia puede volvernos locos. ¿Cómo alguien que nos ha amado tanto, que nos ha hecho producir auténticas maravillas, o que simplemente nos ha ayudado a crear puede irse así, tan de repente? Nos deja solos, desprotegidos, sin una parte esencial de nosotros. Nos abandona, dejándonos desamparados, como si fuéramos un pintor sin pinceles, un escritos sin tinta, un escultor sin cincel…

Y cuando vuelve… Cuando vuelve sonreímos como idiotas y sin recriminarle que se haya marchado tratamos de aprovechar cada momento que nos da, cada segundo mientras siga con nosotros, amándonos, entregándose a nuestra obra, antes de marcharse de nuevo.

Y así…así se pasa el tiempo, entre idas y venidas, entre musas y demonios… Pero ella siempre vuelve, y cuando lo hace, la recibimos de nuevo, encantados.”

“Ahora lo entiendo, maestro”, dije, “esperaré a que vuelva y cuando lo haya hecho aprovecharé todo el tiempo que me dé. Gracias.”


Imagen: París (2009) , Torre Eiffel, ¿una fuente de inpiración?