martes, 23 de septiembre de 2008

El hombre de su vida

Se paró allí, en mitad de aquel largo pasillo, a observarle. Pensó que era perfecto para ella, que podría ser él a quien llevaba buscando tanto tiempo. Era alto, esbelto, su cabello, recogido en una coleta, era negro azabache, y sus ojos eran de color azul intenso, haciendo que su mirada tuviera un aura misteriosa. Estaba apoyado contra la pared, inmerso en la lectura de un libro que ella había leído más de tres veces: “La República”, de Platón. Así que además de ser guapísimo, parecía una persona inteligente, y con buen gusto literario y filosófico.

Ella empezó a imaginarse cómo podría ser su vida junto a un hombre así. El podría ser profesor y ella… ella quería ser médico. Tendrían una casa preciosa, decorada con muy buen gusto y habitada también por un par de niños pequeños, con los ojos de su padre y la sonrisa de su madre.

Decidió entonces que ya era hora de dar un paso adelante, así que apartó sus ojos del cuadro que representaba al hombre de sus sueños, y siguió su camino por aquella galería de arte.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevo y sorprendente relato Laura
Bien hecho
Saludos

El Ente dijo...

Magnifico!!!! genial!!!! sorpresaaa finalll y zassss jejejje, muy buenoooo Laura!!!!!

me encantan esos finales!!

Un beso!!

Andres Pons dijo...

Simplemente Genial

Anónimo dijo...

ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! Y LEE A PLATÓN!! xD

Anónimo dijo...

Sencillamente me ha encantado, has conseguido que me atrape la belleza del cuadro.

Ángel

Butty dijo...

Huuu aun recuerdo cuando lo leí la primera vez, me hace estremeser realmente :)

Unknown dijo...

Hola!

Vi tu blog, lo recomendaron en MC Anime y bueno, la verdad me pareció muy buena esta mini ficción.

¡Más por que tu personaje principal (el chico oji azul, sí), se parece en descripción a un personaje mio de un fan fic ^^U!

Felicidades por el relato (cuesta trabajo encontrar buenos textos)

Saludos y si quieres pasar por mi abandonado blog, pues allí aparecerá la dirección.

Eingel dijo...

tantas veces hemos dejado pasar la vida porque nuestros sueños son mas intensos y dan menos miedo..

Besoooos